Como un dolor de muelas.

Como si llegaran a buen puerto mis ansias, como si hubiera donde hacerse fuerte, como si hubiera por fin destino para mis pasos, como si encontrara mi verdad primera, como traerse el hoy cada mañana, como un suspiro profundo, y quedo, como un dolor de muelas aliviado, como lo imposible recién hecho, como si alguien de veras me quisiera, como si al fin un buen poema me saliera, una oración, como si la arena cantara en el desierto los cantos de sirena del Mar Muerto, como si para crecer sobraran las escaleras, como si escribiera un ciego un libro abierto. Ven a probar el zócalo de ojos, siembra de migas de pan caliente, mis canas de alcanfor adolescente. Ponle al sordo voz, y alas al cojo, bendice nuestro arroz, nuestro minuto, como si no fuésemos cómplices del luto del corazón.