"Todo lo tóxico de mi país a mi me entra por la nariz. Lavo autos, limpio zapatos, huelo pega y también huelo paco. Robo billeteras pero soy buena gente, soy una sonrisa sin dientes. Lluvia sin techo, uñas con tierra, soy lo que sobro de la guerra. Un estómago vacío, soy un golpe en la rodilla que se cura con el frío. El mejor guía turístico del arrabal, por tres pesos te paseo por la capital. No necesito visa para volar por el redondel porque yo juego con aviones de papel. Arroz con piedra, fango con vino, y lo que me falta me lo imagino. Cuando cae la noche duermo despierto: un ojo cerrado y el otro abierto. Por si los tigres me escupen un balazo, mi vida es como un circo pero sin payasos. Voy caminando por la zanja haciendo malabares con 5 naranjas, pidiendo plata a todos los que pueda en una bicicleta en una sola rueda. Soy oxígeno para este continente, soy lo que descuidó el presidente. No te asustes si tengo mal aliento, si me ves sin camisa con las tetillas al viento, yo soy un elemento más del paisaje, los residuos de la calle son mi camuflaje. Como algo que existe, que parece de mentira, algo sin vida pero que respira."
No debe andar el mundo con el amor descalzo, enarbolando un diario como un ala en la mano. Trepándose a los trenes, canjeándonos la risa, golpeándonos el pecho con un ala cansada. No debe andar la vida, recién nacida, a precio. La niñez arriesgada a una estrecha ganancia, porque entonces las manos son inútiles fardos y el corazón, apenas, una mala palabra.