Ey, vos.

Yo vine al mundo por ti, ¿sabes? Vine para abrazarte cuando todos se hayan marchado, para consolarte cuando hayas caído bajo y duro, para alegrarme cuando triunfes, y darte una nueva esperanza cuando se hayan acabado todas, para que si no puedes con tu vida, tomes de la mía, para que si te falta aliento, tomes el mío, para admirarte, y así hacerte saber lo extraordinaria que eres, para alegrarte el día cuando todo ha ido de lo peor, para salir de lo cotidiano cada vez que estés aburrida, para creer en ti aunque me hayas defraudado, para necesitarte todos los segundos de mis minutos, y quererte incondicionalmente con todas mis fuerzas, para que sepas que eres tan especial que ha nacido un alma que sin pedirte nada a cambio te lo quiere dar todo, un alma que quiere vivir por ti y para ti, porque sé que nada dura en este mundo, pero dalo por seguro esta amistad es inmortal e infinita.