Si lo amas déjalo ser, si lo quieres déjalo volar. Nunca fui su patrón, no quisiera cambiarlo, y no quiero que pierda su personalidad. Para odiar hay que querer, para destruir hay que hacer, y estoy orgullosa de quererle romper la cabeza contra la pared.
Para dejar hay que beber, para morir primero hay que nacer. Si lo sembras, lo recoges, y si esperas vas a entender cuando las cosas salen como no las espero, la vida me hace más guerrera.